Cómo utilizar sencillos trucos de cocina con ingredientes cotidianos

Ajo:
Para suavizar el fuerte sabor del ajo cuando se usa crudo en platos, blanquelo tres veces. Colóquelo en una cacerola con agua fría, déjelo hervir y escúrralo. Repite el proceso tres veces. Si tienes problemas para digerir el ajo, córtalo a lo largo y retira la semilla central con un cuchillo de cocina.

Tomates:
Para pelar tomates fácilmente, haz unos cortes transversales superficiales en la zona opuesta al tallo, sumérgelo en agua hirviendo durante unos segundos y luego colócalo en agua con hielo. Podrás pelarlo sin llevarse pulpa.

Huevos:
Para prevenir una posible contaminación por salmonella, evita romper los huevos en el borde del recipiente en el que los vas a batir, o que contenga otros alimentos, ya que la cáscara es la principal fuente de bacterias.

Arroz:
Para conseguir un arroz perfecto y suelto, salteamos los granos en el aceite y, una vez cocidos, retiramos la tapa, apagamos el fuego y colocamos un papel toalla o un paño de cocina limpio sobre la sartén durante 5 minutos.