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Seis errores comunes en la cocina

Los más mínimos errores en la cocina pueden convertirse a veces en grandes decepciones en la mesa. He aquí cómo solucionar y evitar algunos de los errores más comunes en la cocina.

Pasta blanda. En lugar de deshacerte de la pasta demasiado cocida, prueba este sencillo truco. Escúrrela bien y dale un buen sofrito en aceite de oliva o mantequilla. Luego espolvoréala con queso rallado parmesano o el de tu elección. O prueba a reducir un chorrito de tu vino blanco favorito y un chorrito de nata en una deliciosa salsa sedosa para verterla por encima. ¡Qué rico!

Filetes de pescado fritos en la sartén que no están lo suficientemente dorados y crujientes. Ha echado los filetes de pescado de la cena demasiado pronto, demasiado rápido en la sartén y han salido húmedos y blandos. Precalentar bien la sartén antes de añadir cualquier condimento es un paso esencial que no debe obviar si quiere sellar los jugos y dorar bien los alimentos. La próxima vez, ponga la superficie de cocción a fuego alto durante varios minutos antes de añadir el aceite. Una buena forma de saber si la sartén está suficientemente caliente es rociar unas gotas de agua sobre la sartén caliente. Si se evapora inmediatamente (el agua se convierte en vapor a 212 °F), entonces es el momento adecuado para incorporar la grasa. Cuando empiece a brillar, añade el pescado o la carne que quieras dorar. Ahora que ya sabes cuál es el truco, vuelve a poner esos filetes de pescado en la sartén y ¡dales un toque crujiente!

Pan rancio. Has comprado demasiado pan y has dejado que una parte se ponga rancia. Pues bien, ¡puedes devolverle la vida! Colócalo en un horno precalentado a 325ºF dentro de una bolsa de papel ligeramente humedecida. Cuando la bolsa esté seca, el pan estará blando y caliente. Para panecillos o rebanadas, 5 minutos en el horno serán suficientes. Para panes grandes, espere al menos 20 minutos. Si eres de los que sólo prefieren el pan recién horneado, siempre puedes darle otros usos al pan duro. Córtalo en dados, saltéalos en aceite o mantequilla con un poco de queso parmesano y haz unos deliciosos picatostes para echar sobre la ensalada. Utilízalo para preparar las tostadas francesas del domingo o la receta de budín de pan de tu abuela, o para espesar sopas y guisos (¡piensa en la deliciosa sopa de cebolla francesa!).

Fresas inmaduras. Tenían un aspecto increíble dentro del envase, pero cuando llegaste a casa y las probaste, estaban tan sosas. No te preocupes, aquí tienes cómo darles un toque picante. Corta fresas verdes en rodajas y colócalas en un bol. Vierta unas gotas de vinagre balsámico sobre las fresas y espolvoréelas con azúcar. Tápelas y déjelas reposar a temperatura ambiente durante al menos una hora, hasta que se formen jugos. El vinagre balsámico resaltará el color natural de las fresas y realzará su sabor. Son un postre estupendo, para servir junto con un bizcocho, sobre helado o simplemente solas. La próxima vez, fíjese bien en el envase antes de comprarlas. Cualquier rastro blanco cerca de los tallos significa que las bayas se recogieron demasiado pronto.

Huevos. ¿No recuerdas cuando compraste ese cartón de huevos que estaba en la nevera? Si quieres asegurarte de que aún están frescos para preparar esa tortilla de patatas con la que tanto sueñas, llena un cuenco con agua y coloca los huevos dentro con cuidado. Los huevos podridos flotarán y los frescos permanecerán totalmente sumergidos. Recuerda que cuanto más frescos estén, más rápido se hundirán.

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