Cada una de las piezas de la línea FERRO es un utensilio básico y atemporal en cualquier cocina. En su composición, son piezas compactas y versátiles que proporcionan excelentes resultados de cocción.
Estas piezas son aptas para todo tipo de fuentes de calor, así como para su uso en el horno, el frigorífico y el congelador.
El componente de las piezas FERRO es hierro fundido o hierro colado, un material que, al contener un mayor porcentaje de carbono, ofrece una gran resistencia, durabilidad y retención, además de una distribución uniforme del calor. Su robustez y conservación del calor han sido la razón de su uso en la cocina tradicional, base de la que surgen otros tipos de cocina.
La forma de cocinar con utensilios de hierro fundido puede adaptarse a diferentes estilos de cocina, diferentes preparaciones y diferentes métodos de cocción. La retención del calor y la uniformidad de su distribución sin puntos de sobrecalentamiento le permitirán, con igual eficacia, cocinar salteados y dorados a fuego fuerte que guisos a fuego lento.
Con cada uno de nuestros modelos FERRO, conseguirá los mejores resultados cocinando a temperatura media y bajando el fuego una vez alcanzada la temperatura correcta de la superficie de la pieza y de los ingredientes utilizados en la elaboración de su receta.
La composición de los utensilios de hierro fundido permite cocinar a fuego mínimo, consiguiendo un mayor ahorro energético a la vez que se conservan los valores nutricionales, aromas y jugosidad de todos los ingredientes.
Los productos de la línea FERRO también permiten conservar alimentos fríos en el frigorífico, manteniéndolos así si desea servirlos fríos en la mesa, o incluso en el congelador si necesita conservar alimentos preparados con antelación.
El recubrimiento esmaltado de cada pieza es resistente, duradero e higiénico.
La superficie interior y exterior no absorbe la humedad, los sabores ni los olores de los alimentos.